¿Quién está ahí?
- Café con audiencias
- 15 jun 2015
- 5 Min. de lectura
Encontrar a una persona con audímetro es como encontrar una aguja en un pajar. Sabemos que existen hogares que forman parte del panel de audimetría pero casi nadie conoce a alguien que tenga un audímetro en su casa. El anonimato es el principal mandamiento que sigue Kantar Media. La empresa establece algo parecido a un contrato con el hogar donde instala el audímetro, una especie de cláusula de confidencialidad. Tirando de contactos, y de muchos hilos, conseguimos hablar con M. (para preservar el secretismo divulgado por Kantar Media prefiere que no digamos su nombre), un chico de 24 años que tuvo en su hogar familiar un audímetro durante dos años.

Fuente: elmundo.es
¿Durante cuánto tiempo tuviste el audímetro?
Lo instalaron en mi casa en 2011 y lo tuve durante aproximadamente dos años, hasta 2013. Teníamos una especie de “contrato” por ese tiempo y cuando acabó nos lo quitaron. A veces te dan la posibilidad de renovar, o te pueden volver a llamar y se quedan contigo para futuras colaboraciones. A mí al principio no me gustaba tenerlo, pensaba: ¿por qué tienen que saber lo que estoy viendo y con quién? pero al final nos acabamos acostumbrando y yo creo que mi familia y yo repetiríamos si tuviésemos la posibilidad.
¿Cómo llegaron a ti?
Llamaron por teléfono a mi madre y le preguntaron si estaría interesada en formar parte de la muestra dedicada a la medición de audiencias y de poner un audímetro en casa y ella aceptó. Hacen llamadas al azar, en cada zona, de cada municipio eligen a un número determinado de personas para tener un audímetro.
¿Consideras que tú y tu familia fuisteis una buena muestra televisivamente hablando?
Sí, porque éramos cinco personas viviendo en casa, mis padres y mis hermanas, más todos los invitados.
¿Alguna vez te explicaron lo que son las audiencias o la importancia de conocerlas?
Sí, más o menos sí. Sobre todo incidieron en lo importante que era que cada vez que se encendiera la televisión pulsáramos el mando, para lo que fuese, aunque fuese para jugar a la Play Station o poner el DVD, lo importante era que el audímetro estuviese encendido.
¿Teníais un audímetro instalado en cada tele de la casa?
Teníamos dos, uno instalado en la televisión de la cocina y otro en la del salón. Sin embargo, también teníamos una tele en la habitación de mis padres y allí no nos pusieron nada.
No te pagaban pero te daban unos puntos canjeables por regalos, ¿Qué había en ese catálogo de regalos? ¿Te daban más puntos si veías más la tele?
Sí, nos daban puntos, por ejemplo a nosotros nos regalaron un juego de maletas, y daban premios y algún regalo. Te los daban por el mero hecho de colaborar con ellos.
Si había un período largo en que no vieseis la tele o que estabais de vacaciones, ¿Qué sucedía?
El audímetro aparecía como apagado. Si llevábamos mucho tiempo sin estar en casa a lo mejor nos hacían una llamada para preguntar si sucediera algo.
Y en todo el tiempo que tuvisteis el audímetro, ¿Se pusieron en contacto con vosotros por algo?
Habitualmente nos hacían llamadas por teléfono para comprobar que estábamos viendo el programa que el audímetro marcaba. Nos pedían que le confirmáramos si las personas que les marcaba estábamos viendo tal programa, a modo de control. Pero era esporádico, no diario.
¿En tu familia sois de ver la tele? ¿Os gusta?
Sí, somos de ver la televisión en mi casa. No vemos los programas “típicos” pero somos de ver la tele.
¿Cambiaron vuestras costumbres por tener un audímetro en casa? ¿Dejastes de ver algún programa en concreto?
No, para nada. Yo en televisión consumo sobre todo informativos, alguna serie, fútbol… tener el audímetro no me influyo para nada.

Explícame cómo funcionaba el audímetro desde que te sentabas a ver la televisión.
Cuando enciendes la tele el audímetro te pregunta “¿Quién está ahí”?, para que pulses los botones del mando e indiques quien eres. Yo al principio me olvidaba muchas veces porque no estaba acostumbrado, pero el audímetro emite una luz que parpadea a modo de recordatorio. Las primeras semanas que lo tuvimos era un poco fastidioso, porque tu cuando llegas a casa lo único que quieres es tirarte en el sofá y poner lo que quieras. Además, si veías la tele con alguien que no era de casa tienes que marcar si es hombre, mujer, de cuántos años… al principio se hacía un poco coñazo, pero te acabas acostumbrando.
Tener un audímetro es algo anónimo, pero si tienes visitas en casa y veis la tele tienes que usarlo delante de la gente y marcar en el mando quien está ahí. ¿A tus invitados les resultaba curioso que tuvieses un audímetro?
Sí, todo el mundo, se sorprendían un montón, porque no se conoce a mucha gente que tenga audímetros, yo por lo menos, a parte de mi familia no conozco a nadie más que haya tenido o que tenga un audímetro. A todo el mundo se le hacía raro. Los audímetros son un poco como los billetes de 500 euros, que todo el mundo oye hablar de ellos pero poca gente los ve. Al final lo del secretismo depende un poco más de la persona, en teoría sí que tiene que ser anónimo pero se hace muy complicado. El audímetro es un aparato, no muy grande pero que se ve, nosotros lo teníamos encima del DVD. Si llevas invitados a casa todo el mundo acaba sabiendo que tienes un audímetro.
¿Alguna vez hiciste trampas? ¿Te inventaste espectadores para favorecer a un programa en concreto?
En mi caso no y en mi familia me parece que tampoco, nunca lo hicimos. Pero se podría hacer, es por lo que pienso que no es un sistema 100% exacto. Tú puedes estar viendo un programa solo y poner que lo estás viendo con tres personas y te pueden llamar para preguntar pero no hay una cámara que atestigüe que es cierto. Eso va un poco en función de tu legalidad, también, de tu propia honestidad.
¿Nunca te pidieron la razón o la opinión de por qué habías visto tal programa o dejado de ver otro?
A veces nos hacían alguna encuesta, pero muy de vez en cuando.
¿Y si encendías la tele y te quedabas dormido o si la dejabas puesta y te ibas a hacer otras cosas? Ahí teóricamente no estás viendo la tele pero sí que se va a contabilizar esa audiencia
No es un baremo exacto ni mucho menos, falla en esas cosas, pero medir la exactitud es prácticamente imposible.
Digamos que tenías el poder, de lo que tú y el resto de personas con audímetro en casa vierais o dejarais de ver dependía que por ejemplo una serie se dejase de emitir y que muchas personas perdiesen su empleo. ¿Te sentías responsable?
Sí que te sientes poderoso. Piensas que lo que estás viendo influye para que haya audiencia real. Si por ejemplo veía una noche un programa y estaba entre los más vistos, sabía que mi casa había contribuido. No, responsable no, entiendo que también es responsabilidad del producto televisivo. SI ofreces un producto de calidad es más fácil que la gente lo vea. Que dejes de ver un programa depende de la calidad que tú consideres que tiene ese producto.
¿Crees que debería de haber más audímetros instalados?
Yo dudo de que el sistema que tenemos ahora para medir las audiencias sea el mejor. Hay muy pocos audímetros y no sé si yo voy a ver la misma televisión que las personas que hay en mi zona. Supongo que como todo es mejorable. Pienso que el baremo es muy poco preciso y que lo hacen para tener una idea aproximada de lo que se consume en España.
Comments